*Este es un resumen de la experiencia y perspectiva de Luisa, Mario y Agustina Lucía, personas voluntarias de Proyecto Hombre Almería, que han asistido a la XXI Escuela de Otoño.
La Escuela de Otoño no es solo un espacio de formación, sino una experiencia que trasciende. Este encuentro en San Lorenzo del Escorial ha sido un viaje de aprendizaje, abrazos, risas y un liderazgo que conecta desde lo humano.
Desde talleres que nos invitan a cuidar nuestras relaciones para cuidarnos a nosotros mismos, hasta actividades lúdicas como el baile o la música, cada momento ha sido un recordatorio de la importancia de la comunicación y el trabajo en equipo. Conceptos como la crítica constructiva, la escucha activa y la comunicación no violenta han cobrado vida gracias a profesionales apasionados que nos guiaron con dedicación y cercanía.
Poder compartir estos días con gente que no conocía me sigue confirmando la gran familia que somos en Proyecto Hombre Almería.
El calor humano de los compañeros, provenientes de distintos rincones, ha llenado los días de alegría, confianza y un sentido de comunidad que sigue creciendo con cada abrazo y cada conversación.
Compartimos momentos muy bonitos y creo que todos nos vamos a llevar los recuerdos en el corazón
Nos llevamos, sobre todo, el aprendizaje de que liderar también implica empatizar, escuchar y construir desde el respeto. Somos útiles, somos necesarios, y esta experiencia nos lo ha demostrado una vez más.
En definitiva, la Escuela de Otoño no termina aquí; es un legado que llevamos en nuestras acciones diarias, en las risas compartidas y en el compromiso de seguir creciendo juntos.